Día 29. Halasana O Postura del Arado.
“Halasana”, proviene del sánscrito de dos palabras:
“Hala” – “Arado”.
“Asana”
– “Postura”.
Esta
postura recibe su nombre de la herramienta popularmente usada en India para la
siembra de cultivos. Halasana es
una postura de nivel intermedio y avanzado.
Beneficios de la Postura del
Arado:
Esta asana tiene un gran efecto relajante sobre la
zona de espalda, hombros y cuello, estas partes son estiradas intensamente al
mismo tiempo reciben mayor flujo de sangre y energía revitalizante.
Dentro de sus beneficios sobresale el aumento del
riego sanguíneo a la garganta por lo que estimula las glándulas tiroides y
paratiroides, asimismo el alivio de problemas digestivos como el estreñimiento.
Pero además esta postura tiene grandes ventajas en el nivel mental, como el
hecho de que combate el insomnio y el sueño intranquilo, ayuda a desarrollar el
equilibrio mental y aumenta la relajación.
Además debido a la contracción, los órganos
abdominales se rejuvenecen. Por el entrelazado de los dedos y el estiramiento de
los brazos y manos, se curan los calambres de las manos. Esta asana ayuda también
a las personas que sufren rigidez de hombros y codos, lumbago y artritis de la
espalda las cuales encuentran alivio en ella. El dolor intenso de estómago
debido a la flatulencia disminuye, y se siente inmediata ligereza. Por otra
parte esta postura ayuda a las personas con tendencia a la presión arterial.
Del
mismo modo revitaliza los músculos dorsales, alivia los síntomas de la menopausia
y disminuye la ansiedad y el cansancio. Estos asombrosos beneficios, incluyendo
los mentales y los físicos ocurren debido a que el Arado estimula los nadis
(meridianos de acupuntura) del estómago, el bazo, el intestino delgado, el
corazón, el hígado, la vesícula biliar y los riñones.
Para
finalizar Halasana disminuye las emociones tales como la desconfianza y los
celos. La habilidad para mantenerse sereno y centrado aumentan. El hígado se ve particularmente beneficiado en esta postura, que
previene y combate la diabetes.
Al
realizar la postura del arado me sentí bastante relajada, cómoda y en completa
tranquilidad. Me mantuve en ella cierto tiempo y esto lo acompañe de 9
respiraciones profundas, así como también realice con mis piernas un pequeño
desplazamiento hacia el lado derecho e izquierdo hasta llegar al centro.
Namasté!
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