Día 2. Matsyasana o Postura del Pez.
“Matsyasana”, proviene del sánscrito de dos palabras:
“Matsya” - significa “pez”
“asana” - significa “postura”.
Esta postura está dedicada a la encarnación
como pez de Vishnu el dios mitológico hindú. Por otra parte estira al
máximo el pecho y alivia las tensiones a las que se somete nuestro cuerpo a lo
largo de la jornada.
Beneficios
de la Postura del Pez:
Esta asana corrige muchos de los problemas
que provocan las posturas sentadas con los hombros hacia adelante, que
habitualmente bloquean el diafragma.
Matsyasana permite un estiramiento de la
región cervical y dorsal de la columna, prolongado su vida anatómica y evitando
las habituales contracturas en la región del cuello. Facilita una respiración
profunda. Además estimula los pulmones, permitiéndoles una mayor capacidad para
llenarse del aire. Por tanto, es una postura de extensión completa de la
columna.
La postura contribuye a mejorar, con carácter general, los problemas asmáticos. La parte del sistema nervioso que trascurre en la zona cervical y dorsal de la columna se nutre y tonifica con una mayor cantidad de sangre. Mientras se permanece en esta postura, la energía del cuerpo se concentra en las glándulas paratiroides. Estas son cuatro peque- ñas glándulas encajadas en el tejido tiroideo en el cuello. La función de las glándulas paratiroides es regular los niveles de calcio en la sangre y su absorción en el cuerpo.
Por último en esta asana además de sentir un
poco de presión en el centro de mi cabeza y cuello, también pude
notar como con cada una de las respiraciones que realizaba mi plexo solar
de proyectaba y expandía cada vez más. Provocando así en mí
un estado de relajación.
Namasté!
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